A modo de conclusión podemos comentar
que como docentes, debemos de reciclarnos constantemente, promover una
educación y una enseñanza constructivista frente a la que la gran mayoría
padecemos y vivimos, una educación clásica, antigua, mecánica y desfasada donde
a nuestro alumnado lo vetamos de creatividad, de pensar por sí mismo, de
estudiar y aprender según sus intereses y sobre todo de no apoyarse durante ese
camino en sus compañeros como alternativas fuentes de conocimiento.
Si
se consiguieran normativizar las TIC en nuestras aulas, desde nuestras
metodologías, ganaríamos alumnos y alumnas así como profesorado con un alto
índice motivador donde la innovación y la calidad encabezarían nuestro sistema
educativo.
La
pizarra digital instalada en nuestras aulas nos supone una ventana hacia el
exterior, nos enriquece las materias y las
formas de entenderlas a través de sus múltiples recursos como son los
videos, las noticias, las webqüests, las presentaciones dinámicas… estas
herramientas proporcionadas y puestas en marcha por la pizarra digital nos
acerca a otras fronteras, beneficiando e impulsando así, la multiculturalidad y
la interdisciplinariedad de valores.
La
pizarra digital lleva tiempo colgadas en las aulas y con el presente proyecto
pretendemos que no se quede colgada simplemente sino que se utilice y que se
convierta en una herramienta educativa indispensable para nuestras generaciones
de estudiantes porque esto supone beneficios tanto para nuestros estudiantes
(rendimiento académico, reducción del fracaso escolar, motivación, interés,
trabajo colaborativo...) como para los docentes (reciclaje, renovación,
obtención de mejores resultados, innovación y creatividad además de mayor
aceptación y recepción por parte del alumnado).
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